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Calidad del aire interior

La calidad del aire es un parámetro a tener en cuenta en el interior de edificios para asegurar la salud y el confort de sus ocupantes así como para la preservación de objetos históricos.

BION dispone de una completa gama de equipos y medias diseñadas y fabricadas para purificar el aire en atmósferas interiores controladas.

¿Qué se considera calidad del aire interior?

El concepto de calidad del aire interior suele aplicarse a ambientes de interior no industriales donde las concentraciones de contaminantes del aire interior pueden llegar a ser de la misma magnitud que las que se encuentran habitualmente en el aire exterior.
La calidad del aire interior se puede ver afectada por gases, (incluyendo monóxido de carbono, radón, compuestos orgánicos volátiles), partículas, microbios contaminantes (moho, bacterias) o cualquier material o factor que pueda inducir a condiciones adversas en un ambiente cerrado.

Entornos donde el volumen de personas que lo habitan o transitan es elevado como los aeropuertos, edificios comerciales, edificios residenciales, hospitales, centros de salud, centros IVI, hoteles e incluso centros educativos necesitan controlar los gases, las partículas y los microbios que contaminan el aire. También ambientes que necesitan un control exhaustivo del aire como museos, archivos de material histórico o habitaciones blancas tienen la necesidad de disponer de un aire de calidad.

¿Por qué es importante tener una buena calidad del aire interior? 

En espacios interiores, el efecto de la contaminación atmosférica es aún más evidente y peligroso que en ambientes abiertos. La gestión adecuada de la calidad del aire interior mejora las condiciones del ambiente en edificios o áreas no industriales.
Controlando y gestionando los gases y partículas contaminantes se puede evitar el desarrollo de determinadas sintomatologías como la irritación de ojos, nariz y garganta, sequedad de piel, dificultades respiratorias, mareos, cefaleas entre otras.
Variables como la temperatura, la humedad o las partículas también afectan a la preservación de documentación y obras históricas, razón por la que disponer de una buena calidad del aire interior es imprescindible.

¿Qué soluciones hay para el control de la calidad del aire interior?

 

Las principales estrategias son la filtración y el uso de ventilación para diluir los contaminantes. 
Para las partículas y microbios, se utilizan diferentes tipos de filtros de partículas.
Para los gases, la filtración por vía seca con la amplia gama de media química de BION asegura una alta eficiencia en concentraciones muy bajas. Los equipos de filtración son compactos y de uso sencillo. 

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